Está dedicado al Museu del Suro de Palafrugell. La manufactura del tapón de corcho se consolidó durante el siglo XIX, tuvo un gran impacto en las comarcas del Alt y el Baix Empordà, dónde abunda el alcornoque. Can Mario, a Palafrugell, se convirtió en el símbolo de la potencia del sector corchero catalán y sirve en esta ocasión para conocer todos los misterios de la producción corchera, desde el entorno ecológico, la saca del corcho, el transporte hasta la fábrica la producción de tapones y su comercialización.