El Museu Hidroelèctric de Capdella acogió ayer la primera sesión plenaria, formada por técnicos y administración, para hacer los primeros pasos para la restauración del Hospital de Cartró de la Vall Fosca, el único documentado en el mundo. El proceso se hará con una metodología transversal - en el sentido que prevé la participación de personas de ámbitos diferentes, como arquitectos, restauradores, arqueólogos y vecinos de la zona-, comunitaria, participativa y singular.
En la reunión de ayer, se acordó la creación de las comisiones y se dio a conocer la metodología de trabajo que se seguirá. Al encuentro asistieron el director del Museu Nacional de la Ciència i la Tècnica de Catalunya (MNACTEC), Jaume Perarnau, el alcalde y regidores de la Torre de Capdella, representantes del Consell Comarcal del Pallars Jussà, Idapa, Geoparc Orígens, el director del Ecomuseu de les Valls d’Àneu, Jordi Abella, el presidente de la asociación Pirineos.watt, Arcadi Castilló y el consultor externo, Joan Reguant, y representantes del Museu Hidroelèctric de Capdella.
Después de la propuesta de Jaume Perarnau, el plenario de ayer sirvió para constituir las cinco comisiones de trabajo: la plenaria, la de participación ciudadana, la de investigación y la de conservación preventiva y de restauración (urbanismo, arquitectura) y la de gestión patrimonial y económica. Estas comisiones, que tienen una clara voluntad transversal, participativa, comunitaria y singular, tienen que velar por una restauración sostenible y económica del Hospital de Cartró y conservar su idea original: un edificio económico funcional y ecológico. Paralelamente, unos cuarenta profesionales aportarán su experiencia en diferentes ámbitos para que acontezca un proyecto que conserve la singularidad de la construcción, utilizando las técnicas de rehabilitación actual.
Por su parte, Joan Reguant destacó que la intervención supone una actuación sin precedentes y de referencia por su carácter inédito. Reguant recordó que la instalación es un elemento extremadamente frágil, sobre el cual no existe ninguna posibilidad de error. Reguant aseguró que el proyecto impulsa el Valle Oscuro hacia Europa, situándola como un referente comunitario en un ámbito como la construcción prefabricada.
En todo momento, la iniciativa contará con la presencia y la participación de los vecinos del Valle Oscuro, que tendrán que decidir el uso de futuro del Hospital de Cartón. Está previsto que la Generalitat proponga que la equipación sea designada Bien Nacional de Interés Nacional (BCIN).
Sobre el Hospital de Cartró
La restauración del Hospital de Cartró de Capdella (Vall Fosca) es un proyecto estratégico de intervenciones encargado por la Direcció General de Patrimoni Cultural del Departament de Cultura de la Generalitat con el impulso del Museu Nacional de la Ciència i la Tècnica de Catalunya y el apoyo de una Comissió de treball transversal i interdisciplinari. El proyecto argumenta y ordena las decisiones y acciones que hay que seguir para planificar y actuar de manera responsable sobre este bien del patrimonio arquitectónico, probablemente único al mundo.
Un edificio pionero de la arquitectura prefabricada
El edificio fue construido como hospital los primeros años de las obras de la central hidroeléctrica de Capdella y ya estaba en funcionamiento el 1912. El Hospital de Cartró es obra de la empresa alemana Christoph & Unmack, que fue un referente en todo el mundo en la construcción de edificios prefabricados a principios del siglo XX.
El edificio consta de un entramado de madera de 5 cm, donde hacen de pared unos paneles prefabricados de cartón de 1 m x 2 cm de grosor. El tejado está hecho con los mismos materiales, madera y cartón, cubierta con tejas de fibrocemento. El hospital consta de dos alas, separadas por la cocina y los servicios: una destinada a la atención de enfermos y la otra dedicada a cirugía.
Hay que recordar que el Hospital de Cartró de Capdella es un edificio efímero construido hace más de 100 años por Energía Eléctrica de Catalunya para atender los 4.000 trabajadores que construían la central hidroeléctrica de Capdella. Se trata de un edificio singular por los materiales con los que estuvo construido que se ha mantenido de pie en el Pirineo más de un siglo. Es una edificación ligera prefabricada, modular, pensada para poder ser transportada en cajas y montada in situ de manera sencilla siguiendo un manual de instrucciones. Los materiales utilizados, básicamente la madera y el cartón, además de algunas pequeñas piezas metálicas de unión y fijación, garantizaba un precio económico y un transporte fácil por su bajo peso y montaje rápido.
Alrededor del 1940, el edificio cayó en desuso y fue utilizado como almacén por los vecinos. Este mal uso ha derivado en alguna modificación arquitectónica, pero también muy posiblemente ha sido la causa que se haya conservado de pie durante más de un siglo.
Para más información:
COMUNICANDO | BUENA PRENSA
Berta Palau | T. 676 638 598 | berta.palau@comunicantbp.cat
3 noviembre 2021
