La exposición Ramon Casanova y Danés “El boig de l'Hispano” 1892-1968 nace con el objetivo de difundir la figura de este singular personaje que destacó por su capacidad creativa y emprendedora, y por su compromiso con la sociedad.
Ramon Casanova y Danés, hombre polifacético, fue un apasionado de la mecánica y de la aviación, avanzado a su tiempo e inquieto también por el catalanismo político, los deportes y la literatura, lo que le valió el nombre de “El boig de l'Hispano” (l'Hispano” era como los ripolleses denominaban el barrio donde vivía). Su mayor aportación fue la invención del estatorreactor o pulsorreactor, calificado como la mayor contribución en la tecnología aeronáutica realizada por un catalán hasta el momento.
Hasta el estallido de la Guerra Civil, desarrolló una intensa y variada actividad entre Ripoll y Campdevànol, su lugar de nacimiento. En Ripoll, dedicaba muchas horas a la empresa metalúrgica de su padre, que funcionaba como sede de la sección de forja de la Hispano-Suiza, y dedicaba las horas libres a sus inquietudes y experimentos. Fue así como diseñó el estatorreactor y llegó a patentarlo, a pesar de tener que abandonar sus estudios por carencia de recursos económicos y materiales.
Patentado en 1917, el estatorreactor de Ramon Casanova se avanzaba muchos años al uso que los alemanes hicieron de este sistema de propulsión para sus bombas volantes V11, pero no fue hasta entonces que su ingenio fue reconocido. Su invento se inscribe en el ambiente inquieto que existía a principios del siglo XX hacia la aviación, que apenas nacía.
Entidades colaboradoras: Ripoll Capital de la Cultura Catalana 2013, Diputació de Girona, Ajuntament de Campdevànol, Consell Comarcal del Ripollès, Fundació Eduard Solé, Museu Etnogràfic de Ripoll, Obra Social “la Caixa” y Comforsa.