Este espacio expositivo permite conocer los instrumentos habituales de investigación de un laboratorio de principios del siglo XX y aparatos creados expresamente para la demostración de nuevas teorías. Incluye aparatos relacionados con los ámbitos de la hidrostática, la electricidad, la mecánica, la óptica, la presión y la acústica.
El industrial, economista y científico Ferran Alsina inauguró en 1907 su laboratorio de física experimental con la idea de fomentar las vocaciones científicas y el aprecio por la ciencia. Ante su muerte prematura, fue Ramon Llobregat, ayudando y persona de confianza, quien fue manteniendo e impulsando este proyecto durante más de medio siglo.
El laboratorio fue gestionado por un patronato y, a partir de 1964, por el Ayuntamiento de Barcelona, que cedió todas las colecciones al Museu de la Ciència i la Tècnica de Catalunya en 1995.