Objeto de gran valor histórico y patrimonial, el pequeño “carillón” del MNACTEC fue construido en el 1927 en Saarburg (Alemania) por la casa fundidora Vortmann-Mabilon y estuvo funcionando en el Palau de la Generalitat hasta el año 1976, cuando se colocó un de nuevo compuesto por 49 campanas. A partir del 1976, este pequeño “carillón” no se tocó más. Más tarde, en el 1993, fue trasladado al MNACTEC, que se hizo depositario del objeto. Posteriormente, en el 2000, el pequeño "carillón" fue restaurado, dotado con un teclado manual y pedalier e incorporado a la entrada del museo, con la intención de convertirlo en un instrumento de divulgación en la ciudad de Terrassa.
El carillón es un instrumento de música compuesto por campanas de bronce convenientemente afinadas y percudidas mediante un teclado característico. Para que un instrumento sea considerado "carillón" tiene que tener un mínimo de 23 campanas y se tiene que poder tocar de forma manual. Normalmente los carillones de concierto suelen tener alrededor de 50 campanas, pero en algunos casos pueden llegar a tener 70 o más. La tradición de los carillones procede de los históricos Países Bajos (actualmente Bélgica, Países Bajos y Francia septentrional). El origen de la campana y de instrumentos con muchas campanas afinadas pero sin teclados tiene el origen en China antes de Cristo.
El pequeño "carillón" del MNACTEC consta de 13 campanas de bronce no del todo bien afinadas, desgraciadamente, en escala cromática y con un peso total de 1.367 kg. En su origen, no estaba dotado de un teclado característico de carillón, y solo se podía tocar a través de un tipo de teclado de piano con conexiones eléctricas, que no permitía ningún tipo de matiz o dinamismo. Se instaló en la Torre de las horas del Palau de la Generalitat el 1927 con motivo, parece ser, de la exposición internacional que se tenía que celebrar dos años más tarde. A pesar de que las campanas no están perfectamente afinadas, para los habitantes de Barcelona eran unas campanas magnificas, porque con ellas se podían reconocer melodías. El carillón ofrecía también el servicio horario como reloj y tocaba automáticamente cuatro veces al día: a las 8 horas, los Goigs de Nostra Senyora de Núria; a las 12 horas, la Ballada dels Goyts de Nostra Dona de Montserrat del Llibre Vermell; a las 14 horas, la Cantiga CCLXXIX d'Alfons X el Savi, y a las 18 horas, els Goigs de Nostra Senyora del Roser.
El pequeño carillón del Museo toca los cuartos y las horas diurnas todos los días del año. En fechas señaladas se programan audiciones: Sant Jordi (23 de abril), Día Internacional de los Museos (18 de mayo), Fiesta Mayor de Terrassa (primer fin de semana de julio), Fiesta de Catalunya (11 de septiembre), Semana de la Ciencia (a determinar, durante noviembre) y Nochebuena (24 de diciembre), entre otros. Estas audiciones están programadas únicamente para atraer la atención para el proyecto de instalación de un nuevo carillón auténtico para la ciudad de Terrassa, del mismo modo que en Barcelona se puede disfrutar de un carillón con todas las características propias de este fabuloso instrumento musical.
Además de las campanadas horarias, hay programadas veinte melodías. Cada día a las 10 horas, a las 12 horas, a las 15 horas y a las 18 horas, suena una melodía dependiendo de la estación del año. Hay cinco programaciones con cuatro melodías cada una, que incluyen dos piezas clásicas y dos de populares, con la característica que a las 10 horas siempre suena la estación presente de Vivaldi.