El Museu Hidroelèctric de Capdella ha albergado hoy la presentación del Proyecto provisional de las actuaciones de restauración del Hospital de Cartón de Capdella (Vall Fosca). Se trata de un proyecto estratégico de intervenciones encargado por la Dirección General de Patrimonio Cultural del Departamento de Cultura de la Generalitat con el impulso del Museo Nacional de la Ciència i la Tècnica de Catalunya y el apoyo de una Comisión de trabajo transversal e interdisciplinario. El proyecto argumenta y ordena las decisiones y acciones que hay que seguir para planificar y actuar de manera responsable sobre este bien del patrimonio arquitectónico, probablemente único en el mundo.
El acto ha contado con la presencia del Subdirector general del Patrimonio Arquitectónico, Arqueológico y Paleontológico de la Dirección general del Patrimonio Cultural de la Generalitat, Jordi Domeque, que ha acompañado al equipo de expertos que ha redactado el primer proyecto.
Para velar por la conservación del Hospital de cartón se creó un grupo de trabajo transversal e interdisciplinario que está integrado por personal técnico de los museos del Sistema Territorial del Museu Nacional de la Ciència i de la Tècnica de Catalunya (MNACTEC)-Museu Hidroelèctric de Capdella y Museu Molí Paperer de Capellades-, el Ecomuseu de les Valls de Àneu, el IDAPA y consultores y especialistas externos. La redacción del proyecto se encargó a Joan Reguant, consultor en patrimonio cultural, quien ha presentado esta mañana el proyecto provisional.
El Hospital de Cartón de Capdella es un edificio efímero construido hace más de 100 años por Energía Eléctrica de Cataluña para atender a los 4.000 trabajadores que construían la central hidroeléctrica de Capdella. Se trata de un edificio singular por los materiales con los que se construyó que se ha mantenido de pie en el Pirineo más de un siglo. Es una edificación ligera prefabricada, modular, pensada para poder ser transportada en cajas y montada in situ de manera sencilla siguiendo un manual de instrucciones. Los materiales utilizados, básicamente la madera y el cartón, además de algunas pequeñas piezas metálicas de unión y fijación, garantizaban un precio económico y un transporte fácil por su bajo peso y montaje rápido.
Una restauración artesanal y participativa monitorizada con un escáner láser 3D y que recomienda la intervención de varios profesionales
El proyecto provisional que se ha presentado hoy se concreta en tres pasos, un primer paso de estudio y conocimiento tanto del edificio como de su entorno histórico y social, un segundo paso en que se decida cómo tiene que ser restaurado y por quién y se haga una valoración económica y la intervención propiamente dicha, así como un tercer paso de difusión de la equipación.
Los expertos recomiendan una restauración artesanal, que contemple metodologías de imaginería científica y escáner láser 3D y con la intervención de un equipo multidisciplinar que esté formado como mínimo por arqueólogos, arquitectos e historiadores así como centros de investigación y laboratorios de materiales empleados. También ve adecuado el apoyo de departamentos universitarios relacionados con la arquitectura y la construcción europeas de los siglos XIX y XX así como de expertos en sanidad, atención médica y modelos hospitalarios en Cataluña la primera mitad del siglo XX y en particular en las grandes obras hidroeléctricas en los Pirineos.
El objetivo de esta restauración va más allá del mismo edificio y tiene sentido en la medida en que se acaba convirtiendo en una herramienta de vigorización del bien restaurado a través de su difusión y de convertirse en una herramienta con capacidad pedagógica. Por este motivo ya se prevé desde un inicio la filmación del proceso con un equipo autónomo LapseCamp para documentarlo y poder generar programas pedagógicos posteriores.
Del mismo modo, el estudio considera imprescindible que el proceso se lleve a cabo de forma participativa, tal y como ya se está impulsando desde el Museu Hidroelèctric de Capdella, con los vecinos de la zona, que tienen que estar informados permanentemente y participar en la toma de decisiones sobre el futuro del equipamiento. La implicación ciudadana es un elemento fundamental para definir los futuros usos y funciones del equipamiento.
Un edificio pionero de la arquitectura prefabricada
El edificio fue construido como hospital en los primeros años de las obras de la central
hidroeléctrica de Capdella, y ya estaba en funcionamiento en 1912. El Hospital de cartón es obra de la empresa alemana Christoph & Unmack, que fue un referente en todo el mundo en la construcción de edificios prefabricados a principios del siglo XX.
El edificio consta de un entramado de madera de 5 cm, donde las paredes son unos paneles prefabricados de cartón de 1 m x 2 cm de grosor. El tejado está hecho con los mismos materiales, madera y cartón, cubierta con tejas de fibrocemento. El hospital consta de dos alas, separadas por la cocina y los servicios: una destinada a la atención de enfermos y la otra dedicada a cirugía.
Alrededor de 1940, el edificio cayó en desuso, y fue utilizado como almacén por los vecinos. Este mal uso ha derivado en alguna modificación arquitectónica, pero también muy posiblemente ha sido la causa que se haya conservado de pie durante más de un siglo.
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9 julio 2021