El Museu Nacional de la Ciència i de la Tècnica de Catalunya (mNACTEC) presenta hasta el 16 de septiembre la exposición “Empordà industrial”. La muestra es un proyecto colaborativo del mNACTEC, el Ecomuseu-Farinera de Castelló d'Empúries y el Museu del Suro de Palafrugell para ofrecer una visión integrada de la industrialización, que ha sido uno de los periodos más destacados de nuestra historia contemporánea.
La muestra propone un recorrido por el Empordà a través de los diferentes paisajes e industrias desde el siglo XVIII. Ofrece una visión de su evolución histórica, así como de la tipología industrial y los diferentes modelos de la industrialización que se dieron en el Alt y el Baix Empordà. El Alt Empordà destaca como un centro comercial e industrial diverso en el entorno de Figueres, y el Baix Empordà como una comarca dedicada principalmente al corcho.
El comisario de la exposición es Eusebi Casanelles, director del mNACTEC entre 1983 y 2013, presidente de la Asociación Española del Patrimonio Industrial y de la Obra Pública entre 1988 y 1991, y miembro de la comisión ejecutiva del TICCIH (The International Committee for the Conservation of the Industrial Heritage), que presidió entre los años 2000 y 2009, y actualmente es presidente honorífico de la organización. El año 2017 recibió la Cruz de Sant Jordi. La tarea de Casanelles ha puesto de manifiesto la complejidad de las iniciativas productivas de l'Empordà durante los dos últimos siglos, así como la riqueza de su patrimonio industrial y técnico.
Ámbitos de la muestra
La exposición se estructura en ocho ámbitos, a partir del acceso a la energía se formó una unidad económica y humana en la que se establecieron cuatro tipos de economías determinadas por el mar, la llanura, las áreas menos productivas ―donde se cultivan viñas y olivos― y la montaña. Cada una de estas economías desarrolló un tipo de industria diferente.
De entre estas industrias destacó la manufactura corcho-tapera, iniciada en Cataluña en la primera mitad del siglo XVIII, y que experimentó una extraordinaria transformación ya muy avanzado el siglo XIX. Fue un modelo industrial singular, diferenciado del algodonero imperante en Cataluña y que incidió tanto en la Alt Empordà como en el Baix Empordà durante los siglos XVIII y XIX, concentrándose en “Marina” durante el siglo XX.
También debe destacarse la relevancia de Figueres que ya en el siglo XVI se situó como capital del Alt Empordà por su capacidad comercial. En el siglo XVIII se convirtió en una ciudad muy activa por la existencia de talleres manufactureros pequeños y medianos y en el siglo XIX se convirtió en un potente centro económico por las iniciativas de un grupo de comerciantes y de hacendados que le permitieron seguir los ritmos socioeconómicos otras ciudades plenamente industrializadas.
Los ámbitos de la exposición son los siguientes:
- El Empordà, una economía diversificada
- Las actividades y la industria del mar
- La expansión de los terrenos agrícolas
- La ganadería
- Los cultivos arbóreos
- La industria de montaña
- El corcho: un modelo industrial singular
- Figueres, centro comercial e industrial
26 abril 2018